
En efecto, el radicalismo y el PRO competirán entre sí en las elecciones a gobernador de las provincias de Salta y Tierra del Fuego. Y en Mendoza se esperan los resultados de una intervención de último momento de la propia Bullrich para calmar las aguas, pero es probable que tampoco allí se pueda evitar la sangría.
JxC ya se había disgregado en las provincias de Neuquén y Río Negro, por las diferencias entre los socios principales de la coalición. Ahora se sumaron Salta (donde los apoderados del PRO debieron recurrir a última hora a la Justicia Electoral para que el radicalismo no se aliara con... ¡el Frente Renovador!) y Tierra del Fuego, donde el macrismo está intervenido y no participa de la alianza conformada por la UCR, la Coalición Cívica y el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID).
En esas dos provincias, las elecciones serán el domingo 14 de mayo. Los candidatos de Juntos irán separados.
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