Programa de Incremento Exportador.
El titular de la Unidad de Coordinación Federal Operativa Agropecuaria del Ministerio de Economía de La Nación, Jorge Solmi, destacó los beneficios del Programa de Incremento Exportador anunciado por el ministro Sergio Massa ante el complejo comercial e industrial del país y señaló que “la medida es producto del trabajo y la interactuación de todos los sectores del agro”.
Además, aseguró que “el Programa es más que oportuno porque en el campo es
el momento de inversiones en vista a la siembra de granos gruesos”.
“En la práctica es de adhesión voluntaria y contempla una mejora para los
productores ya que un modo simple, y de acuerdo con un precio que se refleja en
la pizarra, cobra en su cuenta y puede elegir usar los recursos para comprar
insumos o usar el “plazo fijo chacarero” o cuenta link en los bancos”, señaló
el funcionario oriundo de Pergamino.
Los productores agrícolas que efectúen ventas de soja para exportación a
corredores, acopiadores, cooperativas, exportadores e industriales de soja para
afectar a operaciones de exportación del presente Programa por un porcentaje no
inferior al OCHENTA Y CINCO POR CIENTO (85%) de su producción referida a la
cosecha 2021-2022 y con precio perfeccionado o fijado antes del 30 de
septiembre de 2022, podrán asimismo, acceder a los beneficios y programas que
establezca el Ministerio de Economía para la cosecha 2022-2023.
La medida alcanza a los productos del complejo de la soja, tanto sea el
grano como aceite en bruto, refinado, pellets de cáscara de soja harina de
tortas, pellets de soja, tortas y demás residuos de la extracción de aceite de
soja, biodiesel y sus mezclas obtenido del aceite de soja.
“En lo inmediato significará el aumento de las exportaciones y más reservas
para el orden fiscal dado que en julio y agosto (mes mayor consumo histórico
tanto de luz como de gas) se destinaron para importar energía”, añadió Solmi.
Por último, recordó que también se crea el Fondo de Incremento Exportador
el que tiene como la finalidad financiar, por un lado, una prestación monetaria
extraordinaria no contributiva y de alcance nacional que asegure una adecuada
alimentación para las personas en situación de extrema vulnerabilidad y, por el
otro Programas que estimulen la producción y el desarrollo de pequeños y
medianos productores y de economías regionales”.